La endodoncia, también conocida como tratamiento de conducto, es un procedimiento que consiste en la extirpación del nervio del diente, la limpieza y desinfección del conducto que alojaba dicho nervio, y la colocación de un material sellador que impide la filtración de bacterias desde la boca hacia los tejidos que rodean el diente.

Este procedimiento se realiza por varias razones, entre ellas: la presencia de una caries que alcanzó el nervio; la fractura de un diente que involucre el espacio donde se alberga el nervio; y la necesidad de colocar cierto tipo de prótesis.

Los avances tecnológicos permiten que en la actualidad la endodoncia sea un procedimiento sin dolor. La única molestia que el paciente refiere es el que corresponde a la colocación de la inyección de anestesia.

Puedes presentar una leve molestia que cede fácilmente con analgésicos. Al culminar el tratamiento te obsequiamos la primera dosis del analgésico que deberás continuar en casa por 48 horas para que la transición de la anestesia no genere malestar.